Militarización:
del genocidio al feminicidio
Alejandra
Toriz
Decisión
histórica: el expresidente de Guatemala Efraín Ríos Montt fue condenado a 80
años de cárcel por genocidio y crímenes de guerra. Esta guerra civil de 30 años
cobró la vida de más de 200 000 personas. El mandato de Ríos Montt fue el más
cruento: impulsó una sangrienta estrategia contraisurgente, fueron asesinados 1.771
indígenas de la etnia ixil entre 1982 y 1983, años crueles de la Guerra Fría,
donde la administración de Reagan cultivó como un aliado estratégico a Ríos
Montt en su lucha contra la guerrilla centroamericana.

En
el juicio contra Ríos Montt, varias mujeres testificaron el horror que
significó para ellas. Una mujer declaró que un grupo de soldados llegó por la
noche a su casa. La llevaron al campo, donde la violaron y dejaron abandonada,
desnuda. Ella tenía un pequeñito de apenas 30 días, que murió calcinado cuando
los militares quemaron su casa. Una historia que se repitió cientos de veces
contra de la población campesina en todas las zonas en las que el Ejército
sospechaba de la existencia de campamentos guerrilleros.
El
terrorismo de Estado incluyó objetivos y métodos de “disciplinamiento hacia las
mujeres”, dando lugar a una violencia política con características específicas
contra las mujeres, que incluyó la violencia sexual como uno de sus aspectos
más brutales y significativos; de la misma forma que se utiliza el fenómeno
actual del feminicidio.
La
impunidad y el silencio de todos estos años redoblaron bases para la violencia
contra las mujeres, al amparo de la militarización. A pesar de los acuerdos de
paz firmados en 1991, las condiciones dramáticas de explotación, violencia y
discriminación contra las mujeres indígenas prevalecen. Así es que Guatemala es
uno de los países donde más feminicidios se cometen en el mundo**. Por si fuera
poco los empresarios tienen el descaro de llamar a anular el juicio contra Ríos
M.
La condena contra Ríos M., tiene
pocas consecuencias prácticas para las mujeres, los trabajadores y los pueblos
centroamericanos azotados ahora por la militarización y la “guerra contra el
narcotráfico”. Esta condena debe ser extendida a un conjunto de comisarios que
hasta el día de hoy prevalecen el gobierno en la más terrible impunidad. La denuncia de las mujeres en este juicio debe
ser fuerza moral para luchar contra los delitos del pasado, pero también para
hacerle frente al feminicidio, la militarización y la injerencia imperialista en
toda la región, levantando la denuncia contra la criminalización y violencia contra
los migrantes, y así hermanar la lucha de cada lado de la frontera.
*
CIFRAS: Informe "GUATEMALA: MEMORIA DEL SILENCIO" Comisión para el
Esclarecimiento Histórico (CEH)
http://www.derechoshumanos.net/lesahumanidad/informes/guatemala/informeCEH.htm
**
Según la BBC, entre 1/1/2012 y el 16/10/2012, hubo 512 feminicidios en ese
país.
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